Las empresas tienen distintos objetivos en función de su horizonte temporal, ya sea a corto, medio o largo plazo. Así, el éxito de los negocios viene determinado por su capacidad de cumplir metas y por su constante crecimiento, ya no solo en términos externos sino también en los internos. Por ejemplo, cómo de bien es capaz de desarrollar a sus empleados o cuál es el incremento en su cifra de ventas. El crecimiento orgánico aparece como opción en estas situaciones. Una empresa que no tenga planificado su plan de crecimiento puede llegar a quebrar, por eso es muy importante seguir ciertos pasos y conocer el mercado.
Ahora, explicaremos ambos tipos de crecimiento tanto el crecimiento orgánico como el crecimiento inorgánico para ofrecerte una idea sobre cuál puede acercarse mejor al tipo de negocio y objetivos que tengas en mente.
¿Qué es el crecimiento orgánico de una empresa?
El crecimiento orgánico de una empresa consiste en aprovechar únicamente los recursos propios que posee la empresa para lograr un incremento en el volumen de sus ventas, sin la necesidad de apoyo externo.
¿Qué es el crecimiento inorgánico de una empresa?
El crecimiento inorgánico de una empresa implica la expansión a través de adquisiciones, fusiones o inversiones externas. Este tipo de crecimiento permite a las empresas alcanzar rápidamente una mayor cuota de mercado y aumentar sus capacidades operativas sin depender exclusivamente de sus recursos internos. Aunque puede ofrecer un impulso inmediato, también conlleva desafíos como la integración de culturas empresariales distintas y la negociación con inversores externos.
Diferencias entre el crecimiento orgánico y el crecimiento inorgánico
El crecimiento inorgánico empresarial es el usado por aquellas empresas que requieren de una inversión para comenzar sus operaciones o abrir nuevas plantas o sucursales en algún lugar determinado. Para ello, necesitan de la ayuda de un agente externo que les financie dichas acciones, así la empresa puede conseguir grandes márgenes de ganancias y un rápido crecimiento pero a la vez pierde autonomía ya que una parte importante de esta es cedida al inversor y el éxito que pueda llegar a tener está constantemente relacionado con los vaivenes del mercado.
Por otro lado, como ya hemos mencionado anteriormente, el crecimiento orgánico da una total autonomía al negocio ya que solo está dirigida por el personal que trabaja en ella y sus logros están únicamente determinados por los recursos propios.
Con este crecimiento, se tiene en cuenta el comportamiento del mercado y las necesidades de los clientes para tener una idea a largo plazo de las decisiones que se deberán tomar. Aunque una de las grandes desventajas del crecimiento orgánico es la lentitud de todos los procesos, es un crecimiento más tardío que el que se tiene con el inorgánico, poniendo en riesgo las capacidades financieras de la empresa.
Buenas prácticas para el crecimiento orgánico
Si has comprobado que con tu negocio el crecimiento más adecuado es el orgánico, te vamos a dar cinco consejos con los que conseguir que el crecimiento de tu negocio se desarrolle correctamente.
Planificar las finanzas
Es muy importante hacer un plan de finanzas para saber en cada momento qué meta y objetivo es más adecuado de llevar a cabo. Teniendo en cuenta que el crecimiento orgánico es mucho más lento, las finanzas son unas buenas aliadas para controlar tiempo y plazos sin perder dinero.
Para la planificación, el análisis del mercado es primordial, permaneciendo al día de todas las novedades y posibles imprevistos que puedan surgir, así como a riesgos a los que puedas hacer frente.
Pide ayuda a los miembros de tu equipo
Una vez diseñado el plan estratégico y financiero que deseas que tu negocio siga, es importante llevarlo a la práctica, por eso, busca entre tu equipo alguien que sepa seguirlo; si no es así, existen agentes externos que estarán encantados de ayudarte en cualquier momento.
Es probable que existan distintos departamentos, ya sea el departamento de marketing, de ventas o el de recursos humanos, es imprescindible que cada uno de ellos sepa la tarea que tiene que realizar y cómo llevarla a cabo.
Descubre las fortalezas de tu empresa
Necesitas dejar claro en el mercado cuáles son todas aquellas habilidades que hacen diferente a tu empresa de los competidores. Las llamadas fortalezas de tu empresa son todas aquellas características que permitirán que el negocio despegue y te ayude a lograr beneficios. Es imprescindible conocer cuáles son y enfocarte al máximo en ellas.
Existen distintos métodos que te permitirán averiguar cuáles son como la matriz BCG, con ella, podrás priorizar algunas inversiones.
Reinventa tu negocio
Igual que el mercado se encuentra en constantes cambios, tu empresa tiene que ser igual de flexible para poder llegar a las nuevas tendencias y adaptarse a lo que los consumidores pidan y necesiten con el objetivo de ofrecer las mejores soluciones y experiencias a los clientes.
Reinvierte en el momento adecuado
El crecimiento de una empresa no siempre es constante, dado que en algunos momentos es necesario observar si este está siendo adecuado o si por el contrario, se necesitan corregir algunos detalles. De esta manera, podrás corroborar si el plan ha funcionado y planificar planes futuros. Por eso, es recomendable reinvertir las ganancias conscientemente y teniendo la total confianza y seguridad, para poder en un futuro generar mayores beneficios.
En conclusión, el crecimiento orgánico es una muy buena opción para hacer crecer el negocio de manera adecuada en el tiempo. Solo necesitas tener constancia de las prioridades, los objetivos y metas que desees alcanzar.